El mejor presidente: Beto Vergara
Por Óscar Cortés Palma
En las calle del centro, frente al jacalón,
Beto Vergara, vendía aguas frescas de horchata, jamaica y naranja; raspados de
sabores y pabellones. En diciembre vendía piñatas, en enero juguetes, y en
ocasiones sombreros y arreglos florales elaborados por el mismo. Todos los
viejos de Axochiapan decían:
– Beto Vergara fue el
mejor presidente municipal de la historia. Cuando Beto Vergara fue presidente,
en 1953, se expropió y construyó: el mercado de carnes, el zócalo Juárez; el
balneario los Amates, la escuela primaria Tlahuilli. Pavimentaron el camino
Axochiapan – Cuautla. Colocaron las bancas de cemento del centro, bancas en la
iglesia. Se abrieron calles del centro de la población a las orillas, entre
ellas la calle: Marcelino Vergara, en memoria a su padre, general zapatista caído
en la revolución, y se abrieron las calles de la colonia Progreso–.
Beto Vergara, no daba órdenes desde su
despacho, solía andar con los peones trabajando con la pala y el machete en el coatequitl o tequio (trabajo colectivo). El secreto de su gobierno fue usar el
trabajo colectivo. Convencía a la gente para trabajar gratis en obras públicas
para beneficio de todos. Beto Vergara nunca se enriqueció, toda su vida fue
vendedor de aguas frescas, raspados y pabellones.
En esa época, una antigua campana parroquial
se fracturó. Entonces se le hizo fácil al párroco Farfán bajarla del campanario
y llevarla a la estación del ferrocarril para repararla. Provocando un gran
escándalo. Se murmuraba que la vieja campana estrellada tenía oro y se la iban
a robar.
Un grupo de mujeres encabezadas por Natalia
Pacheco fueron a la estación de las locomotoras a traer la campana. El niño
Camilo Cortés y otros escuicles fueron a ver como traían la campana de regreso
a la iglesia.
En el mercado se vendía mucho, por eso los
comerciantes se habían negado a ser reubicados desde hace décadas. En 1975 hubo
un intento de reubicar los puestos. Entonces, los comerciantes derrocaron al
presidente municipal y pusieron un interino, quien a su vez, fue destituido.
El
presidente quería construir el mercado y rastro municipal. Los comerciantes del
centro se opusieron porque no querían ser reubicados y contaron con el apoyo
del líder Beto Vergara.
Beto Vergara apoyó a los comerciantes
porque su planilla perdió por primera vez y temiendo perder el control político
del municipio, colaboró en derrocar al presidente municipal, junto con otro
líder: Francisco Pacheco.
A pesar de todo, el mercado y rastro
municipal se construyeron. El primero estaba cerca del hospital, era conocido
como el mercadito. El segundo iba a
estar cerca del panteón por donde estaban unas oficinas municipales. Los
comerciantes no fueron reubicados. Continuaron obstruyendo la plaza con sus
puestos y manteados. Aun así, el mercado era uno de los atractivos turísticos
del pueblo. Aquí se podía encontrar de todo y se vendía de todo. Se recomendaba
visitarlo.
Extracto
del libro: Tecuanina viaje en el tiempo.
Texto: Óscar Cortés Palma
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