miércoles, 29 de agosto de 2018

El terremoto y el convento que se cayó

El terremoto y el convento que se cayó

Por Óscar Cortés Palma




Los antepasados eran muy supersticiosos con los tecolotes creían en el dicho <cuando tecolote canta indio muere> por eso idolatraban al ser mitológico tlacatecolotl (hombre buho). Cuatro de los embajadores de tlakatecolotl, conocidos como tlacamitlan (embajadores del lugar de los muertos) visitaban Chilapa, Copalillo, Olinalá, Zitlala, Acatlán, Tlalcozauhtitlan, Teotlalco y otras comunidades cercanas. Llegaban, recogían plumas, copal, algunos animales para sacrificarlos y los llevaban a su ídolo tlacatecolotl situado en la cima del cerro Quauhnazcatitián por Olinalá.

Cuando llegaron los frailes a la comarca notaron las alegres fiestas llenas de bailes de los indios a sus ídolos.  Así lo evidencia fray Jorge de Ávila en su visita a Yecapixtla. En una ocasión, un embajador de tlacatecolotl visitó  al gobernante del pueblo de Tlacozauhtitlan, cercano a Copalillo, para reprenderlo por cambiarse de religión, diciéndole que toda la región de Chilapa, Tlapa, Teotlalco, (probablemente, por su cercanía, la tlalnahua (Axochiapan, Tepalcingo, Yecapíxtla etcétera) y hasta Tlaxcala lo adoraban.

El gobernante de Tlacozauhtitlan se negó a adorar a Tlacatecolotl, encerró al embajador y dio aviso a fray Coruña, prior de Chilapa. Enterado este, que en la región idolatraban a Tlacatecolotl. Se dirigió aprisa a Olinalá, en donde estaba la mayoría de los idólatras. Encendió una gran hoguera en la plaza y amenazó a todo el pueblo de quemarlos vivos sino entregaban a los cuatro embajadores del lugar de los muertos (tlacamitlan).

Pronto les trajeron a los cuatro embajadores arrepentidos. Subieron el cerro, fray Coruña quebró el ídolo, quemó sus ofrendas de plumería relucientes. Mandó talar el monte para que los indios no pudieran esconderse en su espesura. Prohibió que ningún indio subiera el cerro Quauhnazcatitián.

Un año después, en 1537, trabajaba todo el pueblo haciendo el camino real a la ciudad de México, construían la iglesia y el convento de Chilapa. Cuando una india les dijo:
-¿Para qué se cansan tanto? En un año se caerá todo el edificio según el oráculo de tlacatecolotl -.

El oráculo se hizo famoso. Los indios se asustaron porque estaban tiernos en la fe. Entonces, fray Coruña mandó a encerrar a la india. Lo que es admirable es que fue cierto.

El 11 de noviembre de 1537 se cayó el convento e iglesia de Chilapa de un fortísimo terremoto sin que quedase piedra sobre piedra. Se cayeron las cercas de las huertas, la cerca del patio. Las peñas, el caudalosísimo rio Balsas por Tlacazauhtitlan corría lleno de barro espeso, hecho un cieno, los caimanes huían del rio enlodados buscando protección. El rio más que agua llevaba lodo.

Pero, ¿Cómo fue posible esto? ¿Cómo supieron los hechiceros tlacatecolotl cuando temblaría? ¿Acaso es una historia fantástica? Si es así que ganaban los frailes agustinos al registrarla en su libro de memorias aprobado por la inquisición española titulado:   <<<Crónica de la orden de san Agustín en Nueva España. Desde el año 1533 hasta el 1592>>> ¿Fue sólo una coincidencia, o los antiguos tlacatecolotl podían predecir los terremotos? ¿Se perdieron esos conocimientos o nunca los hubo? ¿Cómo pudo caerse el convento agustino más grande  construido hasta entonces en la Nueva España?

Para tranquilizar a los confusos, amedrentados y admirados indios los frailes les dijeron:

          -“El marinero conoce la tormenta mucho antes que los navegantes; el labrador el agua que ha de haber a la tarde […] el médico hace pronóstico cierto de la enfermedad; y no por eso los reverenciamos como a dioses; sólo confesamos, que saben más que nosotros; y lo que más es, que el astrólogo sabe un año antes y muchos años antes si ha de helar si ha de llover; pues […] como el demonio es tan viejo […] tiene grandes observaciones; […] Cada día vemos esto en los hombres viejos, que la experiencia de cien años les ha enseñado cosas, que parecen admirables, y así lo son las que los demonios dicen.[…] Estos indios han tenido muchas observaciones […] Los temblores de Chilapa son continuos […] Pudo tener el demonio observación de este temblor, porque sucede ordinariamente a tal tiempo; con ocasión de pocas aguas y muchos vientos y de extremada sequedad. Conocería también que aquel edificio iba falso, porque crecía con mucha prisa y sin maestro. ¿Qué mucho que adivinase su ruina? Esto un albañil lo hace-".

O sea en pocas palabras los frailes dijeron que: <Más sabe el diablo por viejo que por diablo>. Pasó el tiempo, todo cambió, con auxilio de los tecuanes se logró la evangelización de la comarca, Por eso abundan los tecuanis en las fiestas parroquiales de Chilapa, Tlapa, Olinalá, Copalillo, Zitlala y Acatlán.

Ojalá algún día sepamos cuando va a temblar. Hoy, sabemos que Chilapa se encuentra en la zona sísmica más fuerte de México, por eso los antepasados hechiceros tlakatecolotl más viejos sabían que iba a temblar y se podía caer el convento en 1537, porque la edad da sabiduría y el convento de Chilapa estaba siendo construido en una zona sísmica. 

Hoy sabemos que en el pueblo de Tlalcozauhtitlan se localiza el santuario del murciélago y la zona arqueológica Teopantecuanitlan (lugar de templos de tecuanes) la cual debe su  nombre al cerro aledaño. ¿Acaso ese cerro se llamaba antes Quauhnazcatitlán y era el sitio en donde estaba el ídolo tlacatecolotl?

BIBLIOGRAFÍA: Juan de Grijalva, Crónica de la orden de san Agustín en Nueva España. Desde el año 1533 hasta el 1592. (México: Porrúa, 1985).

Texto: Óscar Cortés Palma
email. oscarcortespalma@gmail.com;
Casa de Cultura Tecuanes organización civil



domingo, 26 de agosto de 2018

El amor, los colibrís y las sonrisas.


El amor, los colibrís y las sonrisas.

Por Óscar Cortés Palma


En Axochiapan se utiliza la palabra <<guachichiquis>> para designar a los colibrís y hasta antes de los años de 1960s, a la gente dedicada a auxiliar la petición de la novia.

¿Qué significa guachichiqui?

La palabra guachichiquis es una forma corrompida de Huitzitziltin. El proceso se dio así:

Huitzitziltin => derivó en Huitzitzilques este a su vez en =>  Guachichikis.

Algo similar sucedió con la palabra Tlacuatzin => que derivó en => tlacuache.

Guachichiquis (Huitzitziltin) significa colibrís. Y como el colibrí es el ave del amor, así se les llamó a las personas mayores de edad de conductas respetables que auxiliaban en la petición de la novia para las bodas tradicionales.

Un mito urbano dice que si vez un colibri significa que las personas a las que quieres se encuentran bien. El colibrí es el ave del amor, pero a su vez..... ¿También es el ave de la guerra por Huitzilopochtli, ser mitológico solar? No creemos tanto esto último, puede o no puede. 


Como dato curioso las palabra: colibrís, sonrientes y viejos se parecen:

Huitzitziltin: colibrís
Huehuentin:    viejos.
Huehueskistin: viejos.
Huehuetzcatin: sonrientes.

Es por eso que la edad, el amor y las sonrisas están relacionadas tanto en las palabras nahuas como en la vida.

Tomado del libro: <<Tecuanina viaje por el tiempo>>
de Óscar Cortés Palma
facebook/OscarCortesPalma
Email: oscarcortespalma@gmail.com

jueves, 23 de agosto de 2018

La iglesia arruinada por el terremoto de Tlacatecolote

La iglesia arruinada por el terremoto de Tlacatecolote

Por Óscar Cortés Palma


Los primeros frailes creían en la conexión entre los tlacatecolotl y los terremotos, así lo evidencian sus memorias publicadas en 1593. Ya para esa fecha el nombre para designar al <diablo> en la Nueva España era  <Tlacatecolotl>.

Los antepasados eran muy supersticiosos con los tecolotes creían en el dicho <cuando tecolote canta indio muere>> por eso idolatraban al ser mitológico tlacatecolotl (hombre tecolote). Cuatro tlacamitlan (embajadores del lugar de los muertos) visitaban la región de Chilapa, Copalillo, Olinalá, Zitlala, Acatlán, Tlalcozauhtitlan, Teotlalco y otras comunidades cercanas. Llegaban, recogían plumas, copal, algunos animales para sacrificarlos y los llevaban a su ídolo tlacatecolotl situado en la cima del cerro Quauhnazcatitián por Olinalá.

Cuando llegaron los frailes a la comarca notaron las alegres fiestas llenas de bailes de los indios a sus ídolos.  Así lo evidencia fray Jorge de Ávila en su visita a Yecapixtla. En una ocasión, un embajador de tlacatecolotl visitó  al gobernante del pueblo de Tlacozauhtitlan, cercano a Copalillo, para reprenderlo por cambiarse de religión, diciéndole que toda la región de Chilapa, Tlapa, Teotlalco, (probablemente, por su cercanía, la tlalnahua (Axochiapan, Tepalcingo, Yecapíxtla etcétera) y hasta Tlaxcala lo adoraban.

El gobernante de Tlacozauhtitlan se negó a adorar a Tlacatecolotl, encerró al embajador y dio aviso a fray Coruña, prior de Chilapa. Enterado este, que en la región idolatraban a Tlacatecolotl. Se dirigió aprisa a Olinalá, en donde estaba la mayoría de los idólatras. Encendió una gran hoguera en la plaza y amenazó a todo el pueblo de quemarlos vivos sino entregaban a los cuatro embajadores del lugar de los muertos (tlacamitlan). Pronto les trajeron a los cuatro embajadores arrepentidos. Subieron el cerro, quebró el ídolo, quemó sus ofrendas de plumería relucientes. Mandó talar el monte para que los indios no pudieran esconderse en su espesura. Prohibió que ningún indio subiera aquel monte Quauhnazcatitián.


Un año después, en 1537, trabajaba todo el pueblo haciendo el camino real a la ciudad de México, construían la iglesia y el convento de Chilapa. Cuando una india les dijo:
-¿Para qué se cansan tanto? En un año se caerá todo el edificio según el oráculo de tlacatecolotl -.

El oráculo se hizo famoso. Los indios se asustaron porque estaban tiernos en la fe. Entonces, fray Coruña mandó a encerrar a la india. Lo que es admirable es que fue cierto.

El 11 de noviembre de 1537 se cayó el convento e iglesia de Chilapa de un fortísimo terremoto sin que quedase piedra sobre piedra. Se cayeron las cercas de las huertas, la cerca del patio. Las peñas, el caudalosísimo rio Balsas de Tlacazauhtitlan corría lleno de barro espeso, hecho un cieno, los caimanes huían del rio enlodados buscando protección. El rio más que agua llevaba lodo.
Pero, ¿Cómo fue posible esto? ¿Cómo supieron los hechiceros tlacatecolotl cuando temblaría? ¿Acaso es una historia fantástica? Si es así que ganaban los frailes agustinos al registrarla en su libro de memorias aprobado por la inquisición española titulado:   <<<Crónica de la orden de san Agustín en Nueva España. Desde el año 1533 hasta el 1592>>> ¿Fue sólo una coincidencia, o los antiguos tlacatecolotl podían predecir los terremotos? ¿Se perdieron esos conocimientos o nunca los hubo? ¿Cómo pudo caerse el convento agustino más grande  construido hasta entonces en la Nueva España?

Ojalá y algún día sepamos las respuestas, o mejor aún sepamos cuando va a temblar. Para tranquilizar a los confusos, amedrentados y admirados indios los frailes les dijeron:

          -“El marinero conoce la tormenta mucho antes que los navegantes; el labrador el agua que ha de haber a la tarde […] el médico hace pronóstico cierto de la enfermedad; y no por eso los reverenciamos como a dioses; sólo confesamos, que saben más que nosotros; y lo que más es, que el astrólogo sabe un año antes y muchos años antes si ha de helar si ha de llover; pues […] como el demonio es tan viejo […] tiene grandes observaciones; […] Cada día vemos esto en los hombres viejos, que la experiencia de cien años les ha enseñado cosas, que parecen admirables, y así lo son las que los demonios dicen.[…] Estos indios han tenido muchas observaciones […] Los temblores de Chilapa son continuos […] Pudo tener el demonio observación de este temblor, porque sucede ordinariamente a tal tiempo; con ocasión de pocas aguas y muchos vientos y de extremada sequedad. Conocería también que aquel edificio iba falso, porque crecía con mucha prisa y sin maestro. ¿Qué mucho que adivinase su ruina? Esto un albañil lo hace-".

O sea en pocas palabras los frailes dijeron que: <Más sabe el diablo por viejo que por diablo>. Pasó el tiempo, todo cambió, con auxilio de los tecuanes se logró la evangelización de la comarca, Por eso abundan los tecuanis en las fiestas parroquiales de Chilapa, Tlapa, Olinalá, Copalillo, Zitlala y Acatlán.



Hoy, en el pueblo de Tlalcozauhtitlan se localiza el santuario del murciélago y la zona arqueológica Teopantecuanitlan (lugar de los templos de tecuanes) la cual debe su  nombre al cerro aledaño. ¿Acaso ese cerro se llamaba antes Quauhnazcatitlán y era el sitio en donde estaba el ídolo tlacatecolotl?

BIBLIOGRAFÍA: Juan de Grijalva, Crónica de la orden de san Agustín en Nueva España. Desde el año 1533 hasta el 1592. (México: Porrúa, 1985)
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Tomado del libro: <<Tecuanes, tlacololeros y tlaminques>>
de Óscar Cortés Palma
facebook/OscarCortesPalma 

email: oscarcortespalma@gmail.com

lunes, 20 de agosto de 2018

Viejos huehuestiques / viejos huehuenchis

Viejos huehuestiques  / viejos huehuenchis

Por Óscar Cortés Palma


Viejos mayores, venerables ancianos o viejitos. En ingles: older  man. También se entiende como viejitos chistosos. La palabra <<<huehuentzin>>>  le da nombre a las sátiras y burlas chistosas tradicionales de las fiestas parroquiales <huehuenches, chinelos, viejitos, tecuanes, etcétera >. Una canción de los  tecuanes  suena así:

 Oye kenin huehuenchi,   oye kenin huehuenchi   ¿Kanka omitskoko tekuane?   ¿Kanka omitskoko tekuane? 
TRADUCCIÓN
 Oye cómo venerable anciano,  oye cómo viejito ♪ ♫ ¿Por dónde te hirió el jaguar? ♪  ¿Por dónde te hirió el jaguar? 

 Hey, older man, hey, older man   Where did the jaguar bite you? ♪  Where did the jaguar bite you? 

Tomado del libro: <<Tecuanes, tlacololeros y tlaminques>>
de Óscar Cortés Palma
facebook/OscarCortesPalma
oscarcortespalma@gmail.com