Crónica del fin del General zapatista Joaquín Camaños
Por Óscar Cortés Palma
Después de la revolución mexicana el país era un polvorín, en 1923 los bandos políticos y religiosos se radicalizaron, algunas personas estaban en contra del poder de la Iglesia Católica, y muchos católicos estaban en contra de los artículos 3, 5, 24, 27 y 130 de la Constitución Mexicana, porque coartaba sus creencias religiosas; para realizar procesiones religiosas en las calles se tenía que pedir permiso al presidente municipal.
Sumado a esto, en Axochiapan
muchos pobladores estaban molestos con el Cura del pueblo Elpidio Olvera.
Exactamente no se sabe la molestia de los pobladores, pero debido al clima
hostil en su contra, el Cura decidió irse de la iglesia de Axochiapan.
Después regresó un sábado para prepararse para oficiar misa, pero fue interceptado por el Comandante Municipal de Axochiapan Secundino Onofre, quien iba acompañado de José G. Jalapa y de otros vecinos axochiapenses, quienes a través de mentiras le quitaron las llaves de la Iglesia, y solo le dejaron la llave de su recamara.
El Cura se molestó mucho cuando se dio cuenta que la Iglesia había sido cerrada por Secundino Onofre, José G. Jalapa y sus seguidores;
E inmediatamente fue a quejarse con Jesús G. Enríquez, Hermelindo Enríquez, Cristóbal Sánchez, Raymundo Herrera, Martín Domínguez, Gumesindo Cedillo, Antonio Cedillo, todos ellos miembros de una organización llamada “Club Cuauhtémoc”, fueron a ver al Presidente Municipal Félix Corrales para que apresara a Secundino Onofre y a José G. Jalapa.
Pero el Presidente
Municipal les dijo que él no tenía jurisdicción en los asuntos religiosos de
acuerdo al art. 130 de la Constitución Mexicana, pero que iba a ser todo lo
posible para solucionar amistosamente el conflicto.
No obstante el conflicto no se solucionó, y al día siguiente, era un domingo, al medio día, los partidarios del “Club Cuauhtémoc” el ex General Zapatista Joaquín Camaños, Jesús G. Enríquez, Cristóbal Sánchez, Efrén Meléndez, José Cuate, Rodolfo Aguirre, Gonzalo Navarro, Hermelindo Enríquez, se encaminaron envalentonados, muy bravos y armados, a ver al Presidente Municipal de Axochiapan Félix Corrales, para que le dijera al Comandante Municipal Secundino Onofre y a José G. Jalapa que les devolviera las llaves de la Iglesia para oficiar misa y para que los encerrara a los dos por quitarle las llaves al Cura, y ocurrió la balacera.
En un principio se creyó que el conflicto tenía que ver con asuntos religiosos, pero días después los periódicos decían que:
"La balacera" se debió a diferencias políticas entre los partidarios del Partido Agrarista que apoyaban a nivel nacional al Presidente de la República Álvaro Obregón y a su candidato para sucederle Plutarco Elías Calles, contra una organización llamada "Club Cuauhtémoc" partidaria del Partido Cooperativista, que apoyaba a nivel nacional a Adolfo de la Huerta para presidente de la República, pero Adolfo de la Huerta, temiendo que hubiera fraude, convocó a una rebelión, que fue derrotada".
Pero regresando a
Axochiapan, es probable que lo que provocó la balacera no haya sido solo la
lucha por el control del municipio entre los partidarios del "Club
Cuauhtémoc" que apoyaban a nivel nacional a Adolfo de la huerta para
Presidente de la República contra los partidarios del Presidente Municipal
Félix Corrales y Secundino Onofre, que a nivel nacional apoyaban a Álvaro
Obregón y a su candidato Plutarco Elías Calles.
Podría ser que la balacera de Axochiapan tenía tintes religiosos, ya que el problema se solucionaría hasta el año 1929, cuando finalizó la Guerra Cristera y fue reabierta la Parroquia de Axochiapan. Y el único, que se podría decir, que fue castigado fue el Cura Elpidio Olvera ya que se fue del pueblo, y todos los demás implicados en el tiroteo ninguno fue castigado.
Y aunque no conocemos la versión del Cura, si tenemos la versión de los hechos del Presidente Municipal Félix Corrales, quien acusaba al Cura de Axochiapan de sembrar "el odio y la discordia". Y mencionó que fue el medio día del domingo, 2 de septiembre de 1923, Cuando se presentaron Jesús G. Enríquez, Hermelindo Enríquez, Cristóbal Sánchez, Joaquín Camaño y otros partidarios del "Club Cuauhtémoc" a la Presidencia Municipal para que se solucionara el problema de las llaves de la iglesia.
Entonces un grupo de mujeres dirigidas por Estefanía Enríquez entraron a la Presidencia.
Al ver esto el Comandante Municipal Secundino Onofre, que se encontraba armado en la calle, decidió entrar a la Presidencia municipal, con mucha seguridad y tratando de asustar a los demás con su pistola.
Fue entonces cuando la señora Estefanía Enríquez ante la actitud amenazadora de Secundino Onofre, quien estaba con la mano en la pistola, se paró enfrente y le dijo:
-¿Compadre para que está usted poniendo la mano en el puñal?-
Entonces, el ex General Zapatista Joaquín Camaño, al darse cuenta de eso, le dijo a Secundino Onofre:
-Cuando yo pongo la mano es para deveras-
Al ver esto, el Secretario Municipal se puso enfrente de Joaquín Camaño y de Jesús G. Enríquez gritando:
-¡Suplico señores tengan calma!-
Pero fue en vano, y Camaño le disparó al Comandante Municipal Secundino Onofre, y después empezaron a disparar todos y ocurrió una terrible balacera, en ese lugar murieron: Joaquín Caamaño, Cristóbal Sánchez y Secundino Onofre.
En las calles cercanas murieron Hermelindo Enríquez, Sixto Saldívar (apodado El Cabezón), Domingo Montes y Fabián Vázquez (apodado El Bigotes). Los balazos se escuchaban ya muy entrada la noche. Y el Presidente Municipal tuvo que ir a caballo a la Estación del Tren para enviar telegramas solicitando al gobierno del estado que trajera a los soldados. Probablemente el Presidente Municipal al verse rebasado por la situación la única opción que tuvo fue la de pedir refuerzos estatales y federales.
Pero ya no sabemos qué pasó.
Hubo otras 6 personas heridas, entre ellas Jesús G. Enríquez (quien posteriormente fue diputado local, es probable que le hayan dado ese "puesto" para que se calmara él y su gente). Otro herido fue Víctor Onofre (hijo del Comandante Municipal Secundino Onofre fallecido en la refriega. Víctor Onofre décadas después sería Comisariado Ejidal, Síndico Municipal)
En esa balacera también, estaba presente otro ex zapatista apodado "el pirigüíji" quien resultó ileso.
A pesar de este trágico suceso Félix Corrales continuó unos años más siendo un político influyente en el municipio y le tocó ser encargado de los primeros censos para la repartición de tierras a los ejidos de Axochiapan en el año de 1927 que benefició a los pobladores del municipio. Pero no fue el único encargado, fueron muchos, pero mencionó a Félix Corrales para que el lector se entere de que no fue castigado por la balacera que aconteció.
El Cura Elpidio Olvera fue retirado de la iglesia de Axochiapan, pero según sabemos continuó siendo párroco en otros pueblos lejanos durante muchas décadas más, del año 1927 hasta la década de 1960.
Después de esta balacera se cerró la Iglesia de Axochiapan, durante 6 años, de 1923 a 1929, y si alguien tenía que hacer algún trámite religioso tenía que ir a la Iglesia de Jonacatepec. Cuando finalizó la Guerra Cristera, fue reabierta la Iglesia de Axochiapan.
Sobre el ex General Zapatista Joaquín Camaños, no obstante a su trágica muerte, nació su leyenda y para el año 1935 ya había nombrado a un pueblo del municipio Axochiapan, como: Joaquín Camaño, en su honor.
No obstante el Ejercito Federal Mexicano nunca le reconoció el grado de General, puesto que Joaquin Camaños nunca pudo comprobar su participación en combates durante la revolución mexicana, como consta en los documentos del Archivo de la SEDENA.
Además de esto Joaquín Camaños tuvo muchos rivales en la población de Axochiapan quienes lo acusaban de no participar en combates, de hurtar vias del ferrocarril y terrenos, y de robarse a las mujeres como consta algunas denuncias en el Archivo General de la Nacion y en el Archivo del estado de Morelos y en otros documentos, por lo que no se descarta la idea de que hayan sido ajusticiado por algunos de sus vecinos que estaban molestos con él, esta idea se sostiene porque muchos de sus rivales también habían sido ex zapatistas, como el presidente municipal Felix Corrales y el comandante municipal Secundino Onofre y su hijo Victor Onofre, entre otros...
Independiente de como haya sido, ninguno de los involucrados en el tiroteo fue procesado judicialmente, todos quedaron en libertad y continuaron ocupando cargos en la administración municipal y distrital. Por ejemplo Felix Corrales fue uno de los encargados de las primeras reparticiones de tierras a los ejidos axochiapenses en la década de 1920; y otro ejemplo es Jesus Enriquez quien posteriormente fue diputado local; y otro ejemplo es Victor Onofre que posteriormente fue Comisariado Ejidal y Síndico Municipal.
Años después de este trágico tiroteo empezó a circular el rumor de que la muerte del General Joaquìn Camaño había sido planeada por el Gobierno del Estado de Morelos y ejecutada por su representante Miguel Carrera Peña en contubernio con el Presidente Municipal y con el Secretario del Ayuntamiento originario del poblado de Zacualpan de Amilpas.
Pero aunque la idea de que fue un “Crimen de estado” es muy probable también que los pobladores hayan inventado este rumor para mantener la unidad interna del pueblo de Axochiapan, culpando del crimen a agentes externos.
© 2013 Óscar Cortés Palma Lic. en Historia UNAM e Investigador de la Danza del Tecuan de Morelos y de la historia del poblado de Axochiapan. Email axochiapancultural@hotmail.com; cami17_4@hotmail.com
Podría ser que la balacera de Axochiapan tenía tintes religiosos, ya que el problema se solucionaría hasta el año 1929, cuando finalizó la Guerra Cristera y fue reabierta la Parroquia de Axochiapan. Y el único, que se podría decir, que fue castigado fue el Cura Elpidio Olvera ya que se fue del pueblo, y todos los demás implicados en el tiroteo ninguno fue castigado.
Y aunque no conocemos la versión del Cura, si tenemos la versión de los hechos del Presidente Municipal Félix Corrales, quien acusaba al Cura de Axochiapan de sembrar "el odio y la discordia". Y mencionó que fue el medio día del domingo, 2 de septiembre de 1923, Cuando se presentaron Jesús G. Enríquez, Hermelindo Enríquez, Cristóbal Sánchez, Joaquín Camaño y otros partidarios del "Club Cuauhtémoc" a la Presidencia Municipal para que se solucionara el problema de las llaves de la iglesia.
Entonces un grupo de mujeres dirigidas por Estefanía Enríquez entraron a la Presidencia.
Al ver esto el Comandante Municipal Secundino Onofre, que se encontraba armado en la calle, decidió entrar a la Presidencia municipal, con mucha seguridad y tratando de asustar a los demás con su pistola.
Fue entonces cuando la señora Estefanía Enríquez ante la actitud amenazadora de Secundino Onofre, quien estaba con la mano en la pistola, se paró enfrente y le dijo:
-¿Compadre para que está usted poniendo la mano en el puñal?-
Entonces, el ex General Zapatista Joaquín Camaño, al darse cuenta de eso, le dijo a Secundino Onofre:
-Cuando yo pongo la mano es para deveras-
Al ver esto, el Secretario Municipal se puso enfrente de Joaquín Camaño y de Jesús G. Enríquez gritando:
-¡Suplico señores tengan calma!-
Pero fue en vano, y Camaño le disparó al Comandante Municipal Secundino Onofre, y después empezaron a disparar todos y ocurrió una terrible balacera, en ese lugar murieron: Joaquín Caamaño, Cristóbal Sánchez y Secundino Onofre.
En las calles cercanas murieron Hermelindo Enríquez, Sixto Saldívar (apodado El Cabezón), Domingo Montes y Fabián Vázquez (apodado El Bigotes). Los balazos se escuchaban ya muy entrada la noche. Y el Presidente Municipal tuvo que ir a caballo a la Estación del Tren para enviar telegramas solicitando al gobierno del estado que trajera a los soldados. Probablemente el Presidente Municipal al verse rebasado por la situación la única opción que tuvo fue la de pedir refuerzos estatales y federales.
Pero ya no sabemos qué pasó.
Hubo otras 6 personas heridas, entre ellas Jesús G. Enríquez (quien posteriormente fue diputado local, es probable que le hayan dado ese "puesto" para que se calmara él y su gente). Otro herido fue Víctor Onofre (hijo del Comandante Municipal Secundino Onofre fallecido en la refriega. Víctor Onofre décadas después sería Comisariado Ejidal, Síndico Municipal)
En esa balacera también, estaba presente otro ex zapatista apodado "el pirigüíji" quien resultó ileso.
A pesar de este trágico suceso Félix Corrales continuó unos años más siendo un político influyente en el municipio y le tocó ser encargado de los primeros censos para la repartición de tierras a los ejidos de Axochiapan en el año de 1927 que benefició a los pobladores del municipio. Pero no fue el único encargado, fueron muchos, pero mencionó a Félix Corrales para que el lector se entere de que no fue castigado por la balacera que aconteció.
El Cura Elpidio Olvera fue retirado de la iglesia de Axochiapan, pero según sabemos continuó siendo párroco en otros pueblos lejanos durante muchas décadas más, del año 1927 hasta la década de 1960.
Después de esta balacera se cerró la Iglesia de Axochiapan, durante 6 años, de 1923 a 1929, y si alguien tenía que hacer algún trámite religioso tenía que ir a la Iglesia de Jonacatepec. Cuando finalizó la Guerra Cristera, fue reabierta la Iglesia de Axochiapan.
Sobre el ex General Zapatista Joaquín Camaños, no obstante a su trágica muerte, nació su leyenda y para el año 1935 ya había nombrado a un pueblo del municipio Axochiapan, como: Joaquín Camaño, en su honor.
No obstante el Ejercito Federal Mexicano nunca le reconoció el grado de General, puesto que Joaquin Camaños nunca pudo comprobar su participación en combates durante la revolución mexicana, como consta en los documentos del Archivo de la SEDENA.
Además de esto Joaquín Camaños tuvo muchos rivales en la población de Axochiapan quienes lo acusaban de no participar en combates, de hurtar vias del ferrocarril y terrenos, y de robarse a las mujeres como consta algunas denuncias en el Archivo General de la Nacion y en el Archivo del estado de Morelos y en otros documentos, por lo que no se descarta la idea de que hayan sido ajusticiado por algunos de sus vecinos que estaban molestos con él, esta idea se sostiene porque muchos de sus rivales también habían sido ex zapatistas, como el presidente municipal Felix Corrales y el comandante municipal Secundino Onofre y su hijo Victor Onofre, entre otros...
Independiente de como haya sido, ninguno de los involucrados en el tiroteo fue procesado judicialmente, todos quedaron en libertad y continuaron ocupando cargos en la administración municipal y distrital. Por ejemplo Felix Corrales fue uno de los encargados de las primeras reparticiones de tierras a los ejidos axochiapenses en la década de 1920; y otro ejemplo es Jesus Enriquez quien posteriormente fue diputado local; y otro ejemplo es Victor Onofre que posteriormente fue Comisariado Ejidal y Síndico Municipal.
Años después de este trágico tiroteo empezó a circular el rumor de que la muerte del General Joaquìn Camaño había sido planeada por el Gobierno del Estado de Morelos y ejecutada por su representante Miguel Carrera Peña en contubernio con el Presidente Municipal y con el Secretario del Ayuntamiento originario del poblado de Zacualpan de Amilpas.
Pero aunque la idea de que fue un “Crimen de estado” es muy probable también que los pobladores hayan inventado este rumor para mantener la unidad interna del pueblo de Axochiapan, culpando del crimen a agentes externos.
© 2013 Óscar Cortés Palma Lic. en Historia UNAM e Investigador de la Danza del Tecuan de Morelos y de la historia del poblado de Axochiapan. Email axochiapancultural@hotmail.com; cami17_4@hotmail.com