lunes, 4 de enero de 2016

EL CALENDARIO AZTECA, LA PIEDRA DEL SOL  DE AXOCHIAPAN Y LA DANZA DE LOS TECUANES
 Por Óscar Cortés Palma
  


En Axochiapan actualmente se encuentran agregadas en una de las paredes frontales del atrio de la iglesia dedicada a San Pablo Apóstol un par de piedras con símbolos precuauhtémicos. Una de esas piedras se encuentra tan deteriorada que resulta muy difícil distinguir su imagen, pero algunas personas mayores de la comunidad comentan que anteriormente se podía observar en ella a una serpiente; la otra piedra es claramente una representación del Sol Azteca.


Se tiene conocimiento, gracias al libro de Eliseo Aragón que esas piedras han estado presentes desde por lo menos, el año de 1901, cuando se construyó la barda del atrio de la iglesia, en ese entonces las piedras estaban en el centro y de allí se movieron y se colocaron en la barda del atrio de la Iglesia San Pablo, y desde entonces allí han permanecido, ya que aunque fue remodelada la barda en 1987, se decidió mantener estas piedras debido a que se consideran parte de la historia de la ciudad.

Además se cuentan leyendas sobre esas piedras, una de ellas trata sobre la ocasión que se intentó reubicarlas, lo que se hizo solo por un breve periodo puesto que empezaron a haber muchas defunciones y algunas gentes lo atribuyeron a la reubicación de las piedras, así que se decidió volver a colocarlas en la barda del atrio de la Iglesia.

La piedra del sol de Axochiapan se parece a otras piedras labradas con símbolos solares mexicas que se encuentran en otros lugares, por ejemplo, una se encuentra en Huaquechula, un poblado cercano, pero en el estado de Puebla y otra se encuentra en la ciudad de México, y otras más se encuentran en otros lugares de la República Mexicana.

Sobre  la piedra del sol de Axochiapan, algunos especialistas como Eduardo Matos Moctezuma, en su libro titulado: “El calendario Azteca y otros monumentos solares”  menciónó que el disco solar labrado en la piedra de Axochiapan podría ser un “temalacatl”, y se cree que los “temalacatl“ se colocaban en los lugares recién conquistados por los mexicas.
Otra hipótesis podría ser que esta piedra representó  al Sol como un objeto de culto para los antepasados de este poblado. Ya que el Sol ha sido la estrella vital que nos da la luz, y que hace junto con el agua y otros elementos naturales que exista la vida, por eso hace más de 500 años esto impresionó mucho a nuestros antepasados, que construyeron muchos monumentos solares, cuya representación más famosa es la Piedra del Sol o calendario Azteca que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología e Historia.
Curiosamente los tecuanes (Jaguares) también estuvieron relacionados con el Sol  en la época precuauhtémica, puesto que el 17 de diciembre de 1790, cuando fue descubierto el llamado “Calendario Azteca”.

Uno de los estudiosos de la época llamado Antonio de León y Gama escribió y publicó un ensayo titulado: “Descripción histórica y cronológica de las dos piedras que con ocasión del nuevo empedrado que se está formando en la plaza principal de México, se hallaron en ella el año de 1790”.
Antonio de León y Gama (1735-1802) abordó el tema de dicho descubrimiento y citó una famosa leyenda Azteca de la creación del mundo que dice así:
“Origen del sol según los mexicanos. El sol murió cuatro veces y hubo cuatro  soles siendo el quinto  el que alumbraba, el primero duro 676 años al fin de los cuales se destruyeron los hombres, por faltarles las semillas y alimentos, siendo destruidos también por tigres o TECUANES y otros animales feroces; tardó la destrucción de este sol quince años”.

Con esta información podemos darnos cuenta de que para los habitantes de la ciudad de México del año de 1790 la palabra “tecuanes” no les era ajena a su vocabulario puesto que definían con esta palabra a los tigres, pero como en el continente americano no había tigres, lo más probable es que se refirieran a unos animales muy parecidosa ellos: Los Jaguares.

Esta es hasta ahora la referencia más antigua de la palabra nahua  “tecuanes”  y como podemos observar es definida por  Antonio de León y Gama en su publicación del año 1790, como tigres o animales feroces. Entonces es probable que las danzas tradicionales  de los tecuanes y sus variantes que se bailan actualmente en más de 136  pueblos surianos,  en las cuales participa un “tecuani” se estén refiriendo con este nombre a un jaguar, que era de los animales más feroces de estas tierras.


Unas décadas después, en 1826, otro gran sabio de la época llamado Francisco Javier Clavijero definía la palabra Tecuani, como el nombre genérico de las fieras. En su libro titulado Historia Antigua de México menciona:

“El nombre mexicano de lobo es cuetlachtli, y en algunos pueblos, donde no se habla con mucha pureza, se le llama tecuani, que es el nombre genérico de las fieras”.

Para finalizar, si visitas Axochiapan, puedes observar la Piedra del Sol de este poblado, la cual es una piedra circular que tiene 80 centímetros de diámetro y 40 centímetros de grosor. Y se encuentra labrada solo en su parte frontal. Desde el año de 1901 se encuentra ubicada en el muro frontal de la Parroquia San Pablo Apóstol, en donde todavía  se pueden apreciar los símbolos precuauhtémicos de esta piedra.
Libro Danza de los tecuanes

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