FERIA DE TEPALCINGO.
La feria tradicional más importante del estado de Morelos
Texto: Óscar Cortés Palma
Fotos: Juan Jaime Garduño Blanco
La feria de Tepalcingo, Morelos atrae a decenas de miles de turistas religiosos y comerciantes cada año durante las festividades del Tercer Viernes de Cuaresma.
Durante esos días de fiesta, el pueblo de Tepalcingo se transforma en un “gigantesco mercado y en un “Lugar Sagrado”, que recibe desde tiempos ancestrales a miles de peregrinos, a visitantes, a compradores y a comerciantes. Quienes recorren sus calles tapizadas de puestos, gritos de vendedores, gente que compra y vende. Si entramos al atrio del Santuario podemos encontrar entre otras cosas a los danzantes y a los peregrinos. Y en las orillas el sol imponente sobre este valle y cerros nos brinda un clima cálido que nos invita a visitar alguno de sus balnearios cercanos, como el Balneario de Atotonilco, Morelos.
La Feria del Señor de Tepalcingo en el estado de Morelos y la feria del Señor de Chalma en el estado de México, son sin lugar a dudas los dos santuarios y centros de Peregrinación más importantes de la Región, solo superados por la Fiesta de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac.
A ambas ferias, la de Chalma y la de Tepalcingo acuden miles de peregrinos. En lo que atañe a la feria de Tepalcingo acuden peregrinos de los estados de Oaxaca, Guerrero, Tlaxcala, Estado de México, Jalisco, Michoacán y Puebla. Por mencionar algunos: los peregrinos desde Atlixco, Puebla; San Pedro Muñoztla y San Pedro Tlalcuapan del estado de Tlaxcala.
Los peregrinos se organizan en grupos desde sus lugares de origen, que en algunos casos son muy distantes, para realizar su recorrido ya sea a pie o en bicicletas. Y vale
la pena porque en lo que respecta a las ferias de tipo Tianquiztli (que en español significa: mercado tradicional), la Feria de Tepalcingo es la mayor de la República Mexicana.
El monumental mercado que se forma en la feria de Tepalcingo es colosal, aquí llegan cientos de comerciantes (pochtecas) de Olinalá, Copalillo, y otros poblados del estado de Guerrero a vender sus artesanías (Jícaras de cuatecomate, máscaras de zompantle, juguetes de madera, cajitas de Olinaloe etc. A estos puestos los lugareños les llamamos coloquialmente “las Jicaritas".
Además también se venden en Tepalcingo rebozos, joyería de plata y oro, mimbre para hacer canastas, guitarras de Paracho, sarapes y ropa tradicional, dulces típicos (amaranto, palanquetas, alegrías) de Huazulco, muebles rústicos y tradicionales y muchos productos más de diferentes estado de la república Mexicana.
Por mencionar a algunos comerciantes citaré a los del vecino poblado de Axochiapan, algunos de ellos venden barbacoa de chivo, plantas medicinales, nieves, huaraches, sombreros, tacos acorazados, sandías. Y otros axochiapenses van a pasear o a visitar a la imagen “del señor de Tepalcingo”, imagen venerada comunitariamente que se encuentra en el centro del poblado, el cual es un templo o Santuario, de grandes dimensiones y de estilo barroco, de reciente construcción, ya que fue construida entre 1759 a 1782.
Es probable que anteriormente, la imagen del Señor de Tepalcingo se encontrara en la Iglesia de San Martin y también es muy posible que la imagen se encontraran años antes en la Iglesia de la Santa Cruz, ya que ambas iglesias son más antiguas que el Santuario, el cual fue construido cuando las anteriores iglesias no fueron capaces de albergar a los miles de peregrinos que llegaban.
Tal vez desde épocas muy antiguas Tepalcingo haya sido un centro de peregrinación, porque hay decenas de ferias tradicionales en la República Mexicana relacionadas con el 3er viernes de Cuaresma y ninguna tiene tanto esplendor como la feria de Tepalcingo. Y además se tiene conocimiento que al menos desde el año 1743 la imagen del Cristo de Tepalcingo ya recibía miles de visitantes.
Estas festividades evidencian la religiosidad popular, la persistencia del tradicionalismo comercial y la persistencia de las costumbres que los pobladores de esta región tienen probablemente desde la época de la civilización de México-Tenochtitlán. Y que con el paso del tiempo se ha ido modificando algunos aspectos de la feria de Tepalcingo, y otras características aún se mantienen.
Pero sin lugar a dudas, al realizar esta feria cada año, los pueblos dela región están creando relaciones de hermandad y conexiones culturales, económicas de parentesco, y de compadrazgos.
Por eso considero que en la feria de Tepalcingo, es el mercado tradicional más importante del estado de Morelos y de los estados colindantes. Es una feria que da identidad a la región y por eso los invito para que nos visiten a este gigantesco mercado tradicional de la feria de Tepalcingo, Morelos.
Aquí en este caluroso y soleado valle en donde abunda el agua y próximo a los cerros que dan entrada a la Sierra de Huautla.
Ya que aunque los lugares para visitar en el estado de Morelos son muy numerosos: la ruta de los Conventos, la ruta zapatista, los balnearios; el lago de Tequesquitengo, los pueblos mágicos, las zonas arqueológicas y las ciudades de Cuautla y Cuernavaca. Esta lista no está completa si omitimos el tercer viernes de cuaresma en la Feria de Tepalcingo, la feria tradicional más imponente del estado de Morelos.
©Texto: Óscar Cortés Palma
©Fotos: Juan Jaime Garduño Blanco
©Fotos: Juan Jaime Garduño Blanco
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