Por Óscar Cortés Palma
Se aprovechó el programa “Quédate en casa” para leer el libro
de la: HISTORIA VERDADERA DE LA
CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA del autor Bernal Díaz del Castillo.
Bernal Díaz del Castillo es un veterano español de la
conquista de México, relata sus aventuras, desde su llegada al nuevo
continente, su viaje a las costas de la península de Yucatán, el sitio de
México-Tenochtitlán, el viaje a Guatemala.
Bernal escribe su libro cuando estaba viejo y sordo, deja
plasmada la historia de su vida en el manuscrito publicado por sus hijos
después de su fallecimiento. El libro es valioso por los datos de la vida
cotidiana de pueblos indígenas de ese tiempo y del encuentro de dos mundos: la
civilización mesoamericana y europea. Se recomienda leerlo.
Al leerlo, un amigo me habló de la teoría conspirativa que
sugiere que ese libro no fue escrito por Bernal sino por Cortés. Entonces se
leyó el libro con detenimiento para ver si era cierto. Se leyeron las Cartas de
Relación de Hernán Cortés y también se leyó el libro de la teoría conspirativa,
del historiador francés Christian Duverger, para comparar los tres textos. Y
buscar la verdad.
Duverger dedicó su vida a escribir la biografía apologizada
de Hernán Cortés, a quien admira y adereza con flores. Duverger idolatra a Cortés, al que
él llama héroe, y le achaca los epítetos y calificativos más nobles y
virtuosos. Duverger trata de reivindicar la figura de Cortés usando todos los
medios posibles a su alcance.
Duverger, en su libro, CRÓNICA DE LA ETERNIDAD (2013), trata
de quitarle la autoría del libro de la conquista de México-Tenochtitlán a
Bernal Díaz del Castillo e intenta adjudicársela a Cortés.
Duverger se pregunta ¿Cómo fue posible que Bernal supiera
tanto de la guerra contra México Tenochtitlán y de Hernán Cortés? ¿Cómo fue
posible que haya escrito ese libro con una prosa tan amena?
Duverger no se detiene en hacer menos a Bernal, insinuando su
imposibilidad de escribir un libro de tal prosa, le lanza tantos epítetos
ominosos omitidos por repetidos y sinonimios.
Aún más, Duverger pone
en duda la existencia de Bernal y si sí existió, afirma, no redactó la HISTORIA
VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA.
Para Duverger el verdadero autor del libro fue Hernán Cortés.
Duverger no sugiere, afirma que el verdadero escritor fue Hernán Cortés. A
quién él admira bastante, al grado de, cómo ya se dijo, el historiador Duverger
ha dedicado su vida a reivindicarlo.
Bueno, se le otorgó a Duverger el principio de la duda, se
aprovechó el programa “Quédate en casa” para leer los tres textos, el de Bernal,
el de Cortés y el de Duverger.
En resumen, Duverger especula que Hernán Cortés, por medio de
peripecias e intrigas, escribe el libro con un seudónimo para burlar el cerco del
rey de España empeñado en borrar su nombre y gloria de la historia. Según
Duverger, Cortés escribió el libro para dejar su nombre en la posteridad y
vencer a Felipe, rey de España, quien deseaba su olvido.
Para Duverger, nadie más pudo escribir ese afamado libro,
pues Cortés era el único con capacidad y tiempo para hacerlo.
Para lograrlo, Cortés se valió de complicidades y secrecías,
sus hijos fueron circunspectos, le ayudaron ocultando el manuscrito, que pasó
de mano en mano de España hasta llegar a Guatemala en dónde los hijos de Bernal
lo publicaron con el nombre de su padre Díaz del Castillo. En ese trajinar de
complicidades y gatuperios, se perdieron, modificaron, agregaron u omitieron
texto al manuscrito original, etcétera.
El intento de Duverger no llega a convencer a los
historiadores versados en el tema. Tiene puntos débiles fundamentales. Le faltan más datos.
No obstante, se
agradece el esfuerzo, pues lo intentó demostrar con datos históricos, con
fuentes bibliográficas y aparato crítico. Además, es bueno el debate para
seguir avanzando en el estudio de la historia.
Más uno como historiador debe buscar la verdad.
Es demasiado difícil para quien conozca ambos textos: la
HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA y las CARTAS DE RELACIÓN
DE CORTÉS, creer que son del mismo autor. Para no gastar tanta tinta y papel en
el tema, se dan tres ejemplos.
1. En el libro:
HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA, se alude la avaricia,
ambición y crímenes de Cortés por lo menos unas veinte veces. Si lo hubiese escrito Cortés, omitiría hablar
mal de sí mismo.
Bernal es pronto
a alabar la figura de su jefe. No obstante, cuando se trata de glorificar la
figura de la tropa de a pie, a la que perteneció, en ocasiones se descuida, pues
al evidenciar que los soldados rasos participaron en la conquista con empeño y bravura,
hace un lado a Cortés.
Bernal fue un fiel soldado de Cortés, lo defiende bastante, elogia
su liderazgo. No obstante, de vez en cuando, quizá sin querer se le pasan
algunas letras y habla mal de su jefe de manera implícita, más son pocas
ocasiones. Además, Bernal necesita defenderlo para justificar su derecho a
pensión como soldado de la monarquía española.
2. El estilo de escritura
de Bernal y Cortés no se parecen. No es que Bernal sea un escritor exquisito,
más por momentos sí, su texto tiene descripciones y sirve para conocer lugares
y personas de ese tiempo. Bernal escribe cómo si contara las aventuras de sus
años mozos. Describe las emociones tanto de españoles como indígenas. Traduce
algunas frases indígenas que escucha como, por ejemplo."Tlen quitoa rey de
Castilla" traducido al español es: "Qué dice el rey de
Castilla".
Bernal Díaz del Castillo menciona más de cien veces en su
libro la palabra Malinche. Pues a Cortés le apodaron los indígenas el Malinche
porque nunca se apartaba de Marina, (Maritzin, Malintzin, Malinche) su
traductora.
En cambio, a Hernán Cortés la narrativa no se le da, apenas
empieza uno a leerlo y lo deja por aburrido. A Hernán es un reto leerlo, el
problema aparte de su actitud distante, es que no adereza sus escritos con sucesos
cotidianos del paisaje y de la gente, algo que si hace Bernal todo el tiempo.
Por los tres textos leídos, se puede intuir un rasgo de la
personalidad de Cortés: su GRAN AMBICIÓN. Esto no lo supo leer Motēcuhzōma,
quien trató en vano de llenar su ambición compartido su poder en México-Tenochtitlán,
por eso lo recibió como amigo.
En cambio, Felipe II, el rey de España, si lo percibió, le
puso un alto a Cortés, pues este podía quitarle la Nueva España si se
descuidaba, por eso disminuyó su poder y lo apartó del gobierno. Inclusive,
Cortés falleció solicitando hasta el final de sus días más riquezas y
posesiones al rey.
En conclusión, el estilo de escritura de Bernal Díaz del
Castillo y el de Hernán Cortés no se parecen. El de Bernal es más fantasioso y
el de Hernán es aburrido, no se esfuerza en caer bien.
Para ponerlo de este modo, Bernal, escribe como si fuera una
persona de escasos recursos que tuvo la oportunidad del viaje de su vida para la exploración y conquista de tierras lejanas, todo le conmueve, sorprende y maravilla, inclusive se aprende
nombres y frases de los indígenas. Da detalles de los lugares y personas.
Hernán Cortés escribe como si fuera una persona rica que va a
un viaje de excursión, no disfruta tanto el placer de la aventura sino está preocupado
en la administración de la inversión en la empresa, y en llevar las cuentas
claras de las ganancias. Solo y distante con su ambición se asemeja a un
antiguo esclavista sureño de Estados Unidos.
En conclusión, en el libro de Duverger, son demasiadas
peripecias, confabulaciones, acomodos, vaivenes, adaptaciones para ensalzar la
figura de Cortés. Y sugerir, que además de
militar y político fue… Escritor.
No obstante, sirve este debate para invitar al público a leer
el libro de la HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA del autor
Bernal Díaz del Castillo.
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