☆LA POLÍTICA DEL CHISME Y LA LUCHA POR LA TIERRA EN ATLACAHUALOYA. AÑO 1789.☆
Por Óscar Cortés Palma
En el mes de agosto del año 1789, en el pueblo de Atlacahualoya, la gente se reunió en multitudinarias asambleas para protestar: exigían tierra y libertad.
Las protestas llegaron a Francisco de Villena, teniente de la Alcaldía Mayor del Distrito de Xonacatepec.
Francisco de Villena recibió la noticia del complot que se estaba fraguando en Atlacahualoya. Según le informaron, los pobladores de Atlacahualoya amenazaban con eliminar al hacendado de Tenango: Nicolás Ycazbalceta si no les devolvía sus tierras.
Marcos Antonio, antiguo gobernante del pueblo de Atlacahualoya, era el líder del movimiento (en esos años la mayoría de la gente no tenía apellidos, aparecieron después, por medio de un decreto de finales del siglo XIX que obligó a la población a tenerlos, antes sólo los ricos, españoles o extranjeros tenían apellidos).
Volviendo al asunto de Atlacahualoya. El teniente Francisco Villena ordenó arrestar a los líderes de las protestas:
1. Marcos Antonio,
2. Pedro Luis, y
3. Un hijo de Pedro Luís.
Los tres y otros más, fueron encarcelados en Xonacatepec.
Los capturaron gracias a los informantes en el pueblo, como:
1. Felipe de Santiago, ex gobernante de Atlacahualoya, trabajaba como "capitán repartidor de tierras" de la Hacienda Tenango;
2. Matías Pérez, ex gobernante de la comunidad;
3. Diego Cortés, persona rica del pueblo;
4. Salvador Antonio, otra persona rica de la comunidad;
5. Francisco Xavier, iba a ser mayordomo el próximo año, más cómo su papá vendió tierras al hacendado tiempo antes, fue acusado y encarcelado en Atlacahualoya.
A los aliados del hacendado, la población lo denunció por sus conductas sexuales impropias, y fechorías inmorales conocidas por la comunidad.
El objetivo de las acusaciones era presionarlos a no seguir apoyando al hacendado.
En cambio, a Felipe de Santiago, lo acusaron de haber cedido, cuando era gobernante, tierras del pueblo a la Hacienda del Tenango.
Los delitos iban desde el incesto, violación y adulterio. Más "todos sabían(sic)" que el propósito de los arrestos era para qué no atestiguaran a favor del hacendado; y el pueblo recuperara sus tierras.
No hay pruebas para creer que las acusaciones fueran inventadas o falsas, quizá fueron ciertas, no obstante, este no era el objetivo de los denunciantes, al menos no del gobernante del pueblo.
El chisme, la secrecía, el silencio, la conversación, la discreción, los pactos de silencio, el hacerse de la vista gorda, se usaron como herramientas políticas.
La exhibición de delitos privados cómo conflictos públicos que debían ser solucionados de forma urgente, fue para desprestigiar a los aliados del hacendado.
Uno y otro bando se acusaron de "chismosos" en agosto del año de 1789.
El arresto del dirigente Marcos Antonio, líder del movimiento por las tierras de Atlacahualoya, no logró debilitar la rebeldía. Esa misma noche, los pobladores de Atlacahualoya repicaron las campanas de la iglesia, convocaron a la multitud, organizaron una asamblea popular, decidieron marchar a Xonacatepec, liberar a Marcos Antonio, su gobernante y a los demás prisioneros. De ser necesario, eliminar al teniente Francisco Villena. Y a los enemigos internos y externos que se interpongan al pueblo de Atlacahualoya.
Al conocer esto, en Xonacatepec, el teniente Francisco Villena organizó la defensa con apoyo de los indígenas y las personas ricas de aquel pueblo "la gente de razón" (frase para denominar a las personas blancas o morenas ricas descendientes de españoles, indígenas o mestizos, con un estilo de vida holgado).
Los güeros "la gente de razón(sic)" cuidaron la cárcel, mientras los indígenas de Xonacatepec debían proteger los caminos de entrada al pueblo.
Según los datos oficiales, cien hombres y mujeres de Atlacahualoya llegaron a Xonacatepec. Era una turba embravecida, en franca rebeldía.
Estas personas fueron suficientes para que, temiendo el ataque de los inconformes, el teniente Francisco Villena, y sus aliados, escaparan a refugiarse en la hacienda de santa Clara Montefalco (otro trapiche azucarero de Nicolás Ycazbalceta).
Tuvo que intervenir el Acalde Mayor de Cuernavaca (superior a Villena), para lograr un acuerdo de paz con el movimiento en septiembre.
La documentación de la negociación se perdió, más se puede especular que:
El líder del movimiento, Marcos Antonio fue liberado [...] y que la cuestión de la tierra se resolvió a favor de Atlacahualoya por el momento.
En esos años, Atlacahualoya era una comunidad subordinada al Distrito de Xonacatepec. El hacendado de Tenango: Nicolás Ycazbalceta y su esposa Ramona Musitu y Zalvide Goitia, eran influyentes en el distrito.
La capacidad de producción de azúcar de la hacienda era de casi 400 toneladas al año. Por eso, tenía apetito por más tierras.
Inmerso en el remolino azucarero de finales del siglo XVIII, el pueblo de Atlacahualoya no sólo perdió gran parte de sus tierras en manos del Hacendado de Tenango, sino que también terminó alquilando tierras para satisfacer su autoconsumo agropecuario.
Los líderes políticos de Atlacahualoya se hallaron en una situación apretada.
Unos optaron por vender las tierras del pueblo a la Hacienda de Tenango, aun cuando la población las necesitaba.
¿Acaso creían que por ahí era el camino al desarrollo? Ó...
¿Acaso acordaron en secreto con el hacendado obtener beneficios personales al vender las tierras de la comunidad?
En ese año, la hacienda de Tenango contaba con casi 600 empleados residentes, entre ellos 100 esclavos.
Los hacendados radicaban en Europa o en la ciudad de México.
Al final, el conflicto del año 1789, se saldó, por el momento, con la derrota del hacendado y la restitución de las tierras al pueblo de Atlacahualoya.
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Fuente: THE SECRET HISTORY OF GENDER.
WOMEN, MEN AND POWER IN LATE COLONIAL MEXICO
By Steve J. Stern. Año. 1997.
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Texto: Óscar Cortés Palma
Crónica del Municipio de Axochiapan
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