El origen de la religiosidad
popular de Axochiapan (primera parte)
©Texto:
Óscar Cortés Palma
©Fotografías:
David Domínguez
La mayoría de la población axochiapense al igual que la mayoría de las comunidades rurales de la república mexicana son de religión católica popular.
Es decir,
en la mayoría de los pueblos existe una poderosa estructura y organización comunitaria, religiosa o no, cuyo símbolo
fundamental es su santo patrono y la parroquia en la cual reside.
La
parroquia es el centro de convivencia religiosa y no religiosa de la población
axochiapense. Por eso la parroquia es un espacio fundamental con profundo valor
simbólico y práctico de la comunidad axochiapense y de muchas comunidades de
México. Pero no siempre fue así.
Como
todos sabemos, esto se instauró después de la derrota militar de
México–Tenochtitlan por parte de la confederación de pobladores nativos con
extranjeros del viejo mundo. Después de la toma de México-Tenochtitlan, el
gobierno monárquico de la península ibérica envió monjes para evangelizar a los
pobladores de las tierras americanas.
En la zona ubicada en los alrededores del Volcán
Popocatépetl, la evangelización y construcción de conventos cristianos fue
promovida y dirigida principalmente por los monjes Franciscanos, Dominicos y
Agustinos.
Por ejemplo, los monjes franciscanos dirigieron la edificación
del convento de Huejotzingo, que fue iniciada su construcción en 1526 y
actualmente es uno de los conventos más impresionantes que se pueden observar
en el país, posteriormente los monjes franciscanos dirigieron la edificación
del Convento de Huaquechula (en 1531). Los pobladores de ambas localidades,
Huaquechula y Huejotzingo, anteriormente habían apoyado militarmente a las
tropas españolas que asediaron otros poblados de los actuales países de México
y Guatemala.
La religión cristiana fue muy aceptada por la mayoría
de los pobladores nativos quienes rápidamente la agregaron a sus tradiciones,
así que, aunque con muchas excepciones, los monjes religiosos no tuvieron muchos
problemas en evangelizar a los nativos y continuaron aventurándose a regiones
más lejanas de las bases españolas, evangelizando y convenciendo a los
pobladores de la región a convertirse al cristianismo y en construir
parroquias.
Decididamente, los frailes franciscanos avanzaron
rápidamente desde su base en la región que actualmente es Puebla hacia el sur
erigiendo conventos en Chietla, Tzompahuacan, Axochiapan y Teotlalco.
La rapidez con la cual se construyeron nuevas parroquias
solo puede explicarse por el apoyo militar de los nativos de la zona, por el carácter
noble de estos, por las epidemias del viejo mundo que eliminaron al 90% de la
población nativa y por el convencimiento de muchos pobladores nativos hacia la
religión cristiana. Los indígenas, cuya religión era muy tolerante con agregar
nuevas divinidades, agregaron rápidamente a las vírgenes y a los santos
cristianos y participaron animadamente como mano de obra, con alimentos
e ideas en la edificación de los templos cristianos y participaron en las
celebraciones religiosas.
Cientos de tlacuilos (dibujantes), tetzotzontles,
tetlapanaliztlis (canteros) y tamemes (cargadores) edificaron los conventos
bajo la dirección de los frailes y arquitectos franciscanos.
Sin embargo, pronto llegaron otros monjes de diferentes
órdenes religiosas, quienes empezaron a disputarles el terreno a los monjes
franciscanos. Por ejemplo, en Axochiapan todo parece indicar que los monjes
francicanos fueron desplazados por los monjes agustinos.
Los monjes agustinos habían llegado en el año de
1533 a la región, y un año después de su llegada ya habían comenzado a dirigir
la construcción del Convento de Ocuituco, (Primer Convento Agustino del
continente Americano) y se aventuraron rápidamente hacia el sur convenciendo a
los pobladores para convertirse a la religión cristiana y construir
parroquias en Yecapixtla, Zacualpan de
Amilpas, Tlayecac, Jantetelco, Jonacatepec, Tepalcingo, e incluso como eran más
fuertes despojaron a los monjes franciscanos, reducidos en número, de varios
pueblos de su zona de influencia, como por ejemplo de Axochiapan, Chietla,
Tzompahuacan y Teotlalco. Pueblos que pasaron a ser controlados por los monjes
agustinos.
Pero volviendo al tema de Axochiapan, el principal arquitecto
de los frailes franciscanos fue Fray Juan de Alameda (llamado el “Arquitecto
de los Volcanes”). Fray Juan de Alameda fue originario de la provincia de la
Concepción, España llegó a América junto con el primer obispo don Fray Juan de
Zumárraga en el año de 1528. Fray Juan de Alameda aprendió rápidamente la
lengua náhuatl, que llegó a hablar muy bien, con ella predicó y enseñó a los
nativos algunas ciencias y artes relacionadas con la construcción.
Fray Juan de Alameda fue el arquitecto de los monasterios de Huejotzingo, Huaquechula y posiblemente Calpan localizados en las faldas del Volcán Popocatepetl, y probablemente también construyó el de Tula en el actual estado de Hidalgo porque predicó unos años en ese lugar.
Fray Juan de Alameda fue el arquitecto de los monasterios de Huejotzingo, Huaquechula y posiblemente Calpan localizados en las faldas del Volcán Popocatepetl, y probablemente también construyó el de Tula en el actual estado de Hidalgo porque predicó unos años en ese lugar.
Sus restos se encuentran en el convento de
Huaquechula, donde dice:
“En este
claustro reposan los restos del insigne constructor de este convento Fray Juan
de Alameda, muerto el 15 de diciembre de 1570”.
Fray Juan de Alameda fue de los primeros frailes en
llegar a Axochiapan, Según un documento del Archivo General de la Nación
menciona:
"Hoy se cuenta el mes de julio de mil
quinientos cuarenta y dos (1542), aquí nos hallamos en la iglesia y les vino a
dar sus tierras nuestro padre Fray Juan de Alameda en nombre de su majestad de
España(..)
Al día siguiente Fray Juan de Alameda con los
representantes de Jonacatepec y los pueblos circunvecinos de Alchichica,
Teotlalco, Zumpahuacan y Tlancualpican salieron para que se
señalara los linderos del poblado de Axochiapan, y al finalizar las jornadas de
reconocimiento.
“…Sobre un pulpito de madera […] les dio a entender
el padre Fray Juan de Alameda como ya recibieron la posesión en nombre de su
majestad por todo el monte tiene veinte caballerías y que no pueda ser vendido
ni que se learriende a algún español y el que así lo hiciere será castigado y
si fuere principal seis meses de cárcel y cincuenta y cinco pesos de pena (…)
Y se hizo en mexicano por que no entienden la
lengua castellana, que después trasmuten en Castilla por si algún juez los
defendiere para que ninguno los inquiete pueblo o español […] calificamos,
con nuestros nombres y firmas. (19 firmas)[1]
Cabe destacar que los Hacendados de Tenango siempre
consideraron falso el documento de otorgamiento de las tierras al pueblo
de Axochiapan.
Finalmente, el hecho de que la Iglesia de
Axochiapan sea tan pequeña en comparación con las otras edificaciones de Fray
Juan de Alameda solo puede explicarse con la idea de que la población en Axochiapan
era muy pequeña o que solamente estuvo
presente en su inauguración pero que no dirigió la construcción de la misma. Y sobre la estructura de la religiosidad popular de Axochiapan hablaré en el siguiente capítulo.
©Fotografías:
David Domínguez
© Texto:
Óscar Cortés Palma Investigador de la danza de los tecuanes y de la
historia del poblado de Axochiapan. Email axochiapancultural@hotmail.com;
https://www.facebook.com/OscarCortesPalma
[1]
Testimonio relativo al pueblo de
Axochiapan - expendido al señor don Julio Sánchez, apoderado de dicho pueblo,
el 30 de junio de 1886 - Archivo General de la Nación.
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