sábado, 12 de marzo de 2016

El origen de la religiosidad popular de Axochiapan (primera parte)

©Texto: Óscar Cortés Palma
©Fotografías: David Domínguez


La mayoría de la población axochiapense al igual que la mayoría de las comunidades rurales de la república mexicana son de religión católica popular.
Es decir, en la mayoría de los pueblos existe una poderosa estructura  y organización comunitaria, religiosa o no, cuyo símbolo fundamental es su santo patrono y la parroquia en la cual reside.
La parroquia es el centro de convivencia religiosa y no religiosa de la población axochiapense. Por eso la parroquia es un espacio fundamental con profundo valor simbólico y práctico de la comunidad axochiapense y de muchas comunidades de México. Pero no siempre fue así.
Como todos sabemos, esto se instauró después de la derrota militar de México–Tenochtitlan por parte de la confederación de pobladores nativos con extranjeros del viejo mundo. Después de la toma de México-Tenochtitlan, el gobierno monárquico de la península ibérica envió monjes para evangelizar a los pobladores de las tierras americanas.

En la zona ubicada en los alrededores del Volcán Popocatépetl, la evangelización y construcción de conventos cristianos fue promovida y dirigida principalmente por los monjes Franciscanos, Dominicos y Agustinos.


Por ejemplo, los monjes franciscanos dirigieron la edificación del convento de Huejotzingo, que fue iniciada su construcción en 1526 y actualmente es uno de los conventos más impresionantes que se pueden observar en el país, posteriormente los monjes franciscanos dirigieron la edificación del Convento de Huaquechula (en 1531). Los pobladores de ambas localidades, Huaquechula y Huejotzingo, anteriormente habían apoyado militarmente a las tropas españolas que asediaron otros poblados de los actuales países de México y Guatemala.

La religión cristiana fue muy aceptada por la mayoría de los pobladores nativos quienes rápidamente la agregaron a sus tradiciones, así que, aunque con muchas excepciones, los monjes religiosos no tuvieron muchos problemas en evangelizar a los nativos y continuaron aventurándose a regiones más lejanas de las bases españolas, evangelizando y convenciendo a los pobladores de la región a convertirse al cristianismo y en construir parroquias.





Decididamente, los frailes franciscanos avanzaron rápidamente desde su base en la región que actualmente es Puebla hacia el sur erigiendo conventos en Chietla, Tzompahuacan, Axochiapan y Teotlalco.

La rapidez con la cual se construyeron nuevas parroquias solo puede explicarse por el apoyo militar de los nativos de la zona, por el carácter noble de estos, por las epidemias del viejo mundo que eliminaron al 90% de la población nativa y por el convencimiento de muchos pobladores nativos hacia la religión cristiana. Los indígenas, cuya religión era muy tolerante con agregar nuevas divinidades, agregaron rápidamente a las vírgenes y a los santos cristianos y  participaron  animadamente como mano de obra, con alimentos e ideas en la edificación de los templos cristianos y participaron en las celebraciones religiosas.

Cientos de tlacuilos (dibujantes), tetzotzontles, tetlapanaliztlis (canteros) y tamemes (cargadores) edificaron los conventos bajo la dirección de los frailes y arquitectos franciscanos.

Sin embargo, pronto llegaron otros monjes de diferentes órdenes religiosas, quienes empezaron a disputarles el terreno a los monjes franciscanos. Por ejemplo, en Axochiapan todo parece indicar que los monjes francicanos fueron desplazados por los monjes agustinos.

Los monjes agustinos habían llegado en el año de 1533 a la región, y un año después de su llegada ya habían comenzado a dirigir la construcción del Convento de Ocuituco, (Primer Convento Agustino del continente Americano) y se aventuraron rápidamente hacia el sur convenciendo a los pobladores para convertirse a la religión cristiana y construir parroquias  en Yecapixtla, Zacualpan de Amilpas, Tlayecac, Jantetelco, Jonacatepec, Tepalcingo, e incluso como eran más fuertes despojaron a los monjes franciscanos, reducidos en número, de varios pueblos de su zona de influencia, como por ejemplo de Axochiapan, Chietla, Tzompahuacan y Teotlalco. Pueblos que pasaron a ser controlados por los monjes agustinos.

Pero volviendo al tema de Axochiapan, el principal arquitecto de los frailes franciscanos fue Fray Juan de Alameda  (llamado el “Arquitecto de los Volcanes”). Fray Juan de Alameda fue originario de la provincia de la Concepción, España llegó a América junto con el primer obispo don Fray Juan de Zumárraga en el año de 1528. Fray Juan de Alameda aprendió rápidamente la lengua náhuatl, que llegó a hablar muy bien, con ella predicó y enseñó a los nativos algunas ciencias y artes relacionadas con la construcción.


Fray Juan de Alameda fue el arquitecto de los monasterios de Huejotzingo, Huaquechula y posiblemente Calpan localizados en las faldas del Volcán Popocatepetl, y probablemente también construyó el de Tula en el actual estado de Hidalgo porque predicó unos años en ese lugar.

Sus restos se encuentran en el convento de Huaquechula, donde dice:

“En este claustro reposan los restos del insigne constructor de este convento Fray Juan de Alameda, muerto el 15 de diciembre de 1570”.

                                    
Fray Juan de Alameda fue de los primeros frailes en llegar a Axochiapan, Según un documento del Archivo General de la Nación menciona:

"Hoy se cuenta el mes de julio de mil quinientos cuarenta y dos (1542), aquí nos hallamos en la iglesia y les vino a dar sus tierras nuestro padre Fray Juan de Alameda en nombre de su majestad de España(..)

Al día siguiente Fray Juan de Alameda con los representantes de Jonacatepec y los pueblos circunvecinos de Alchichica, Teotlalco, Zumpahuacan  y  Tlancualpican salieron para que se señalara los linderos del poblado de Axochiapan, y al finalizar las jornadas de reconocimiento.  

“…Sobre un pulpito de madera […] les dio a entender el padre Fray Juan de Alameda como ya recibieron la posesión en nombre de su majestad por todo el monte tiene veinte caballerías y que no pueda ser vendido ni que se learriende a algún español y el que así lo hiciere será castigado y si fuere principal seis meses de cárcel y cincuenta y cinco pesos de pena (…)

Y se hizo en mexicano por que no entienden la lengua castellana, que después trasmuten en Castilla por si algún juez los defendiere para que ninguno los inquiete pueblo o español […]  calificamos, con nuestros nombres y firmas. (19 firmas)[1]

Cabe destacar que los Hacendados de Tenango siempre consideraron falso el documento de  otorgamiento de las tierras al pueblo de Axochiapan.

Finalmente,  el hecho de que la Iglesia de Axochiapan sea tan pequeña en comparación con las otras edificaciones de Fray Juan de Alameda solo puede explicarse con la idea de que la población en Axochiapan era  muy pequeña o que solamente estuvo presente en su inauguración pero que no dirigió la construcción de la misma. Y sobre la estructura de la religiosidad popular de Axochiapan hablaré en el siguiente capítulo.

©Fotografías: David Domínguez
© Texto: Óscar Cortés Palma Investigador de la danza  de los tecuanes y de la historia del poblado de Axochiapan. Email axochiapancultural@hotmail.com; https://www.facebook.com/OscarCortesPalma 





[1] Testimonio relativo al pueblo de Axochiapan - expendido al señor don Julio Sánchez, apoderado de dicho pueblo, el 30 de junio de 1886 - Archivo General de la Nación. 

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