Tetehuamac. El misterio del pueblo perdido
Por Óscar Cortés Palma
En el año de 1606, entre la laguna
y la barranca el Pajarito de Axochiapan existía un pueblo llamado san Andrés
Tetehuama que desapareció; debido a esto, cien años después las tierras
abandonadas fueron disputadas por los dueños del trapiche de Tenango contra los
del ingenio de Atotonilco.
El conflicto finalizó a favor de
Tenango, para ese entonces cerca de ese lugar trabajadores de la hacienda fundaron,
en la década de 1730 's, El Quebrantadero, en donde establecieron un rancho
dedicado al cuidado de caballos.
Unos años después inició otro
litigio, ahora contra el pueblo de Axochiapan, (conocido en esa época como Ayoxochiapan)
que tenía sembradíos en esas tierras. Los pobladores de Ayoxochiapan
mencionaron, en 1761, que esas tierras eran suyas porque "debido a la peste el antiguo pueblo de San Andrés Tetehuamac casi desapareció a los indios y los
pocos que quedaron se agregaron a nuestra cabecera, es decir a Ayoxochiapan".
Sobre lo mismo, Jose Antonio de Zalvidegoitia dueño de la hacienda
de Tenango mencionó: “Pudo Tetehuama o arruinarse del todo por la peste o
trasplantar sus reliquias a otros muchos pueblos circundantes (no sólo
Axochiapan)”.
El litigio terminó con un nuevo
triunfo de la hacienda de Tenango, pero queda un misterio ¿qué pasó con los
pobladores de San Andrés Tetehuama? En Axochiapan nadie sabía hasta que
llegaron unos pobladores de Xalpatlahuac que dijeron que sus antepasados eran
originarios de Axochiapan y nos compartieron una leyenda que reza así:
“Fue a finales del siglo XVI
cuando tres grupos de migrantes salieron con rumbos diferentes; todos ellos,
hablantes de la lengua náhuatl. Uno de estos grupos se dirigió hacia las altas
montañas del sur. Con ellos iba el Ueytlatoani o Tlayakanketl (palabra náhuatl
que significa hombre que guía).
A estos peregrinos les habían
predicho unos sacerdotes que, cuando cierto par de niños que iban entre ellos
crecieran y se casaran, el primer hijo que naciera de ellos les daría la señal
del lugar en donde deberían asentarse y fundar su pueblo.
Basados en esta promesa continuaron su viaje, tardaron
unos 20 años vagando. Pasaron por Tlapa, hasta llegar a Itlanxochkuamej (lugar
de árboles con flores). En este lugar los niños, ahora jóvenes, se casaron y
procrearon a un niño que les daría la señal para la fundación de su pueblo. El
recién nacido siempre lloraba y no parecía que le agradara ningún lugar. Pasaron
por Tzojpilotepetl (cerro de los Zopilotes), llegaron de nuevo a Zoyatlán,
siguieron para Motlapana Ojtli (lugar de 3 caminos). En ese lugar, el recién
nacido dio muestras de felicidad y alegría; era la señal que estaban esperando.
Aunque no se sabe la fecha
exacta de fundación de Xalpatlahuac, esta fue antes de 1713, ya que fue notoria
la presencia de Xalpatlahuac, porque desde su arribo a la región disputaron las
tierras a los pueblos que la rodeaban.
El crecimiento de Xalpatlahuac
fue rápido ya que en unas cuantas décadas se les concede la facultad de nombrar
gobernador de república de indios (ósea de su pueblo, así se decía en ese
entonces a las unidades autónomas en donde había alta población nativa, algo
parecido en la actualidad son los Ayuntamientos). Luego, su iglesia es nombrada
parroquia, y en 1780 el virrey les reconoce sus tierras. Y cien años después es
nombrada cabecera municipal.
El crecimiento de Xalpatlahuac
fue rápido ya que en unas cuantas décadas se les concede la facultad de nombrar
gobernador de república de indios. Luego, la
iglesia de Xalpatlahuac es nombrada parroquia, y en 1780 el virrey les
reconoce las tierras a Xalpatlahuac. Y cien años después el pueblo de Xalpatlahuac
es nombrada cabecera municipal.
Sin embargo, los pobladores de
Xalpatlahuac nunca se olvidaron de su migración, y, en las primeras décadas del
siglo 20, volvieron a Axochiapan a recoger la estatua de su santo San Andrés el Pescador (acaso llamado así en referencia a la laguna o la barranca el Pajarito).
Y en el año de 1994, un
presidente municipal de Xalpaltahuac, el Profr. Edmundo Delgado Gallardo, principal promotor de la hermanación, visitó por primera vez a Axochiapan. Y desde esa fecha año con año, un grupo de
ciudadanos entusiastas organizan visitas durante las ferias patronales de ambos
poblados: la feria de San Pablo en Axochiapan, Morelos en enero y la
feria del Señor del Santo Entierro el tercer viernes de Cuaresma en
Xalpatlahuac, Guerrero.
Tal ha sido la presencia de la
memoria que, en el año 2011, se inauguró una Colonia llamada “Colonia
Axochiapan” en la entrada del poblado de Xalpatlahuac, Guerrero.
© Texto: Óscar Cortés Palma
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