domingo, 17 de marzo de 2019

Feria De Cuaresma de Tepalcingo. Historia

 Feria De Cuaresma de Tepalcingo. Historia

 Texto: Óscar Cortés Palma

Foto de los dulces: facebook/SoyMorelos
Foto b/n: Fernando Soto

Tepalcingo es un pueblo milenario del valle de la Tlalnahuac, limita con los cerros de Huatla, surcado al sur por el río Tepalcingo.

Tepalcingo, (Tecpatzinco) significa: En los pequeños pedernales o detrás de los pedernales. Su escudo tiene un cuchillo pedernal sobre un cerro y la mitad inferior de una persona.

Antes de 1469 fue sometido al señorío de Moctezuma Ilhuicamina.

Pictografía del códice mendocino de la rendición de Tepalcingo


Tepalcingo aparece en la lámina número siete de la ‘matrícula de los tributos’, y en la lámina número 24v  delCódice mendocino’, de casi quinientos años de antigüedad.




Cuando llegaron los españoles, encontraron una veta de plata en Tlaucingo, y las aldeas de la región, entre ellas Tepalcingo, fueron forzadas a aportar trabajadores para las minas.
Llegaron también los monjes agustinos, iban rumbo al sur, bautizando nativos y con apoyo del gobierno español, de empresarios agrícolas y militares instaron a los habitantes a construir sinagogas en Yecapixtla, Zacualpan de Amilpas, Tlayecac, Jantetelco, Jonacatepec, Tepalcingo.

En Tepalcingo quizás reverenciaban al cuchillo pedernal en la antigüedad, por eso fue su santo san Martín con su espada venciendo al dragón, y después Jesús Nazareno, señor de las tres caídas con su corona de espinas. Su santuario fue construido en 1780.

La pasión de Tepalcingo
En el caluroso año de 1732[1] había gente comunicándose en lengua náhuatl en el tianguis. Celebraban el tercer viernes de cuaresma con una solemnísima procesión, con tal concurrencia, que solían padecer de ahogamiento algunas criaturas en la Iglesia. Eran copiosas las limosnas que se recogían para las misas y ornato de esta santa imagen.

En las ferias de cuaresma del año 1732, los pueblos localizados al sur del Popocatépetl escenificaban la pasión de Cristo en lengua náhuatl. Las escenas y el texto de la pasión del domingo de Ramos de Tepalcingo tenía 35[2] personajes.

Las pasiones de Cristo fueron escenificadas hasta el siglo XIX en náhuatl. Poco a poco se olvidó ese idioma, en el siglo XIX la población hablaba náhuatl mixto con español: el naguañol, idioma en transición. Siglos más tarde sólo hablaban español. Las ferias de Cuaresma fueron abundantes en la comarca. Actores improvisados del pueblo escenificaban la pasión de Cristo.

FERIAS DE SEMANA SANTA:
Miércoles de Ceniza, Chalma;
I viernes de Cuaresma: Amecameca;
II viernes: Cuautla;
III viernes: Tepalcingo;
IV viernes: Atlatlahucan, Tlancualpican, Tlayacapan,. Telixtac;
V viernes: Axochiapan, Mazatepec, Totolapan;
VI viernes, Amecameca;
Martes Santo, Huazulco.

Por citar unas, las más concurridas fueron las de: Chalma y Tepalcingo. Por casi una semana Tepalcingo se convertía en el santuario más importante de la región. Se congregaban decenas de miles de personas de lugares cercanos y lejanos, miles de compradores, vendedores, peregrinos, carreras de relevos.

– ¿Por qué Tepalcingo en la época calurosa del año, marzo y abril, se transformaba en un santuario? –.

En Tepalcingo se celebra el tercer viernes de cuaresma, esto por sí mismo no responde la pregunta puesto que hay al menos una decena de poblados en la región suriana en donde celebraban el tercer viernes de Cuaresma. Por ejemplo, Xalpatlahuac, Gro. Tal vez en Tepalcingo, se hallaba el santuario de la mítica montaña perdida Teocuicani (cantor divino).

Hasta la fecha esa mítica montaña del Teocuicani está perdida. Pudo o no pudo ser el cerro de Chalcatzingo, o un cerro de Tetela del Volcán o incluso el Peñón de Jantetelco o… Tepalcingo aunque estaba más alejado del volcán Popocatépetl tal vez por ochenta kilómetros.

– ¿Pudo el santuario perdido del Teocuicani estar en Tepalcingo, donde el gentío continuaba acudiendo? –.

 Si omitimos la mención de fray Diego Durán de la cercanía del Teocuicani al volcán Popocatépetl, donde hasta la fecha no se han encontrado las suficientes piezas arqueológicas.

Chalma, el cerro del Tepeyac y Tepalcingo, fueron santuarios religiosos desde antes de que vinieran los españoles.

Sabemos que en Chalma y en el cerro del Tepeyac se veneraba a una deidad relacionada con los guerreros águilas y con Tonantzin, pero de Tepalcingo no sabemos cuál era el ídolo venerado. ¿Acaso pudiera ser el mítico cerro del Teocuicani? en donde se veneraba un ídolo de jadeíta, ojalá algún día lo sepamos.

 Las primeras parroquias construidas en Tepalcingo fueron la santa Cruz dirigida por frailes agustinos, le labraron el sello de su escudo. Y el templo de san Martín, parroquia principal hasta el siglo XVIII, cuando se construyó el santuario de Jesús Nazareno, de mayores dimensiones para resguardar al señor de las tres caídas.

Texto: Óscar Cortés Palma
Casa de Cultura Tecuanes Organización civil 
Email:cami17_4@hotmail.com
facebook.com/oscarcortespalma
facebook.com/HistoriaSuriana
twitter: oscarcortespalm





No hay comentarios:

Publicar un comentario