Por Óscar Cortés Palma
Atlacahualoya significa: “Lugar dónde el río deja de
correr”. “Lugar dónde el agua se detiene”. O quizá el nombre se debe a la fiesta del ATLACAHUALO, (fiesta prehispánica del fin de las lluvias). El nombre
de Atlacahualoya está relacionado con el agua, puesto que a orillas del pueblo
corre el río.
Su población es de 3 mil 330 habitantes. La fiesta patronal es el 29 de septiembre a san
Miguel Arcángel, incluye representaciones tradicionales con tecuanes y
procesiones con plantas de maíz. Otras festividades son el 16 de septiembre,
día de la independencia, con representaciones de apaches
Atlacahualoya se
localiza al Norte de la cabecera municipal, a la orilla de la barranca
Amatzinac. Los cultivos más característicos de la zona son el maíz, cacahuate,
caña de azúcar, sorgo y guaje.
Geografía
Del
sur del Popocatépetl, el río del Amatzinac es el más largo y el más caudaloso,
surca los valles de amilpas, de la Tlalnahuac. Por el paraje de Atlacahualoya
está plagado de piedras redondas de río que la gente usa para sus tecorrales.
En época de temporal, el rio se llena de agua. Amatzinac viene de la palabra
amatl ‘papel o árbol de amate’.
Historia
Atlacahualoya es un
pueblo viejo, existía desde la época de los mexicas. Quizás, en Atlacahualoya adoraban a
Atlacaoya, ser mitológico acuático portador de un bastón de yautli (flor de
pericón, flor de las lluvias y Tlaloc. Puesto que los vocablos Atlacaoya y
Atlacahualoya se parecen.
O quizás el nombre de Atlacahualoya provenga de la antigua
festividad de “Atlcahualo” (ca. 26 de febrero- 17 de marzo) festividad con ritos dedicados a los tlaloques
(seres de lluvia y agua).
Con la llegada de los
españoles, este pueblo, junto a Jonacatepec, Tepalcingo, Telixtac,
Ayoxochiapan, y otros diez pueblos de la zona, fueron conocidos en conjunto
como la región “Tlalnahuac”. Los pueblos fueron obligados a pagar tributo al
Marquesado del Valle de Oaxaca, cuyos propietarios eran Martín Cortés y demás
descendientes de Hernán Cortés que residían en Europa.
Además, mediante negociaciones y violencia, las aldeas de la
tlalnahuac, entre ellas Atlacahualoya, fueron forzadas a
aportar el cuatro por ciento (4 %) de sus habitantes masculinos a las minas de
Tlaucingo, Huautla, Taxco y Sultepec. Cada aldea enviaba una cuadrilla,
rotándola cada semana, muchos enfermaron y murieron, otros huyeron a la
serranía. otros fueron expulsados de sus pueblos por rebeldes.
Para el año de 1630, habían fallecido al menos el 80% por
ciento de los indios de la comarca por sobreexplotación y epidemias traídas de
Europa, Asia y África.
El trabajo en las minas duraría
doscientos años, en 1740 's ya se había extraído toda la plata de Tlaucingo y
las minas fueron abandonadas.
Atlacahualoya,
durante la época colonial, se confrontó en los juzgados contra la hacienda de
Santa Ana Tenango por posesión de las tierras y el agua.
En el
año de 1767, el hacendado José Antonio Salvide Goytia les quitó más tierras
pues sostenía que eran de su propiedad. En 1783, los habitantes de Atlacahualoyan,
del Partido de Jonacatepec, pidieron se les reintegraran las 600 varas de
tierra por cada viento que como pueblo les debían pertenecer.
En el
año de 1788 ocurrió otro litigio de Atlacahualoya contra Nicolás Icazbalceta, dueño
de la hacienda de Tenango, por despojo de tierras en una extensión de dos
caballerías que el 30 de junio de 1694 compraron los del pueblo al duque de
Terranova. Y cuando estaban en quieta y pacífica posesión de esas tierras, Nicolás
Icazbalceta los despojó de ellas y les cobró renta por cultivarlas. El año de
1790, se quejaron los pobladores ante el virrey Revillagigedo, contra el
alcalde mayor de Cuernavaca e Icazbalceta por ese despojo de tierras y por
haberlos apresado y azotado.
Los
habitantes de Atlacahualoya acusaron a Nicolás Icazbalceta, por despojo de tierras
en 1790, y viceversa, el
hacendado acusó al gobernador y a los pobladores de Atlacahualoya por
apropiación ilegal de tierras.
La lucha por la tierra
fue violenta, al término del siglo, los empresarios agrícolas españoles eran
propietarios de la tierra desde Ocuituco hasta el sur del valle de la
Tlalnahuac. Eran dueños de las aguas del río Amatzinac.
Los aldeanos sembraban en temporal maíz,
frijol, chile, jitomate y calabaza; reclamaban el derecho a vivir en paz ante
unas cuantas familias terratenientes productoras de dulce de caña de azúcar y
aguardiente.
La venta de azúcar generaba jugosas ganancias
en tanto los aldeanos vivían en la miseria.
Debido
al conflicto agrario, y al éxito comercial de la hacienda de Tenango, los
aldeanos de Atlacahualoya se vieron en la necesidad de alquilar tierras a la
hacienda para satisfacer sus necesidades agrícola alimentarias.
Es
probable que esta haya sido una de las causas de la fuga, de casi 300 familias de
Atlacahualoyan con su santo patrono, de la jurisdicción de la villa de “Xonacatepeque”,
presentándose en el pueblo de Zompahuacan, Atlixco, entre 1786 y 1803.
En Atlacahualoya, repicaron las
campanas, gritaron “mopachocan” (grito para convocar a asamblea popular), se
amontonaron en la plaza y acordaron fugarse. Entraron a la parroquia, se
llevaron a su santo: san Miguel Arcángel. Fueron a Tzompahuacan, en donde tuvieron
problemas con el dueño del trapiche de Coauyuca.
Regresaron a su lugar de origen,
no obstante, los aldeanos recordaban cómo les quitaron las tierras los
hacendados José Antonio Zalvidegoitia y Nicolás Icazbalceta. Por eso, cuando llegaron
los insurgentes del cura Morelos en el año de 1811, los aldeanos aprovecharon
para derribar las mojoneras, tumbar las cercas y recuperar sus tierras.
En ese año, el sacerdote Miguel
González de Aller y Soto de la región de Atlacahualoya, Tenango y Axochiapan,
mediante cartas a sus superiores, imploraba le permitieran abandonar la
parroquia e irse a la ciudad de México. Pues aseguraba que sus feligreses lo
querían linchar por estar en contra de la independencia.
En cambio, el cura de Jantetelco, Mariano
Matamoros y Mariano Antonio de Tapia, cura de Chiautla se unieron a los
insurgentes.
Después de la independencia, en el
año de 1850 Atlacahualoya contaba con mil 029 habitantes y pertenecía al
municipio de Villa de Jonacatepec, era uno de los pueblos más habitados de la
región, Asochiapan contaba con mil 940 habitantes y era el segundo más habitado
después de Tepalcingo, que tenía 3 mil 051 habitantes.
A pesar de haberse logrado la
independencia, la situación en los pueblos no mejoraba. Mientras el hacendado
Joaquín García Icazbalceta comercializaba dulce de azúcar producida en sus
extensas propiedades. La banda de los plateados robaba e imponían el desorden y
el terror en los caminos.
La corrupción permeaba los caminos
del sur. Ante tanta delincuencia los hacendados organizaron fuerzas rurales
para contrarrestarla. Y los pueblos como Ayotlicha y Atlacahualoya organizaron
rondas de vigilancia. Los vecinos acordaron no consentir a las bandas
criminales. Si las bandas de criminales entraban al pueblo, los centinelas
daban la voz de alarma, repicaban las campanas y al grito de ¡mopachocan! se
defendían.
En esos años, de 1803 hasta la
primera década del siglo XX, el año de 1908, las oficinas parroquiales se
encontraban en Atlacahualoya y no en Axochiapan.
Durante la revolución mexicana
hubo varios combates en Atlacahualoya, uno de ellos ocurrió el 7 de junio de
1919, varias personas se sumaron a la causa.
Texto: Óscar Cortés Palma
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AGN: /Real Audiencia/ Criminal (037)/ Contenedor 142/
Vol. 277/ Exp. 2 / Fojas: 28-53. AÑO 1789